El pasado viernes 21 de junio, concluyeron las clases en Madrid, y en casa lo hemos vivido como un gran logro de mis hijos. Ha sido un reto muy grande, y aunque hemos estado a su lado, no estoy seguro de comprender por completo todo lo que ha significado y lo que ha implicado para ellos este cambio.
He querido tomarme un momento para expresar lo inmensamente orgullosos y agradecidos que estamos mi esposa y yo por todo lo que han logrado este año escolar.
Sabemos que no ha sido un camino fácil. Comenzaron el curso después de la fecha oficial debido a nuestra mudanza de México a España, y además, tuvieron que adaptarse a un nuevo sistema educativo que los colocó en un grado superior al que hubieran tomado en México.
A pesar de todos estos desafíos, han demostrado una increíble capacidad de adaptación, valentía y determinación. Se han enfrentado a nuevos retos académicos y sociales para integrarse en un entorno completamente nuevo, han superado cada obstáculo como unos campeones.
No voy a mentirte y decirte que todo ha sido miel sobre hojuelas, la verdad es que en casa lo hemos vivido como una autentica montaña rusa, con días de mucha alegría y con otros llenos de lagrimas y frustración. Hemos hecho un gran equipo y sabemos que esto es parte del cambio, y creo que esto es lo que nos ayudo como familia a superar este reto.
Pero este logro es de ellos, de Rebe y Leo que se han esforzado todo este tiempo para salir adelante en sus estudios. Han trabajado duro, se han apoyado mutuamente y han demostrado que no hay desafío demasiado grande cuando se enfrentan con corazón y perseverancia.
Gracias a sus viejos amigos, maestros y nuevas amistades que han estado a su lado para ayudarles o simplemente para escucharlos. Su apoyo ha sido fundamental y ha ayudado a que esta transición sea mucho más llevadera.
Desde que tengo hijos, me he enfrentado a muchos retos, muchos de esos retos han sido gracias a las lecciones que me han dado Rebe y Leo, y esta es una más que atesorare en el corazón. No puedo dejar de buscar ser una mejor persona, mejor esposo y mejor padre. Gracias, Rebe y Leo por su ejemplo !!!
Por último, pero no mas importante quiero pedirle a mis hijos que continúen persiguiendo sus sueños con la misma pasión y determinación. Recuerden que cada desafío es una oportunidad para crecer y aprender.
Estamos aquí para ustedes, siempre.
Con todo mi amor y orgullo,
Enrique Zapata S.
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